Desde la Cámara de Industriales Metalúrgicos de Río Cuarto expresaron su preocupación por la difícil situación que atraviesa el sector, caracterizada por industrias con un muy bajo nivel de actividad y el riesgo de cierre. 
“Estamos sumamente preocupados por todo lo que está pasando con las industrias en el país. Tuvimos importantes promesas de apoyo por parte del gobierno, para el desarrollo de nuestras industrias, pero hasta ahora no hemos visto nada”, expresó Juan Giacobone, vicepresidente de la Cámara de Industriales Metalúrgicos. Y agregó que dichas promesas referían a créditos blandos para fortalecer la industria y adquisición de nuevos equipamientos. “Pero nada de eso sucedió”, afirmó. Por el contrario, manifestó que los costos laborales no han disminuido, la presión tributaria es alta, al igual que las tasas de interés de los créditos y las tarifas de los servicios eléctricos, gas y combustibles. “Hay una serie de factores que no ayudan y no condicen con todo lo que se prometió y hacen inviable el ser competitivo”, expresó Giacobone.

Escasa actividad productiva 
En cuanto a la actividad de las industrias en Río Cuarto sólo se observa entre un 30% y un 40% de utilización de la capacidad productiva, mientras que en Córdoba algunas automotrices, por ejemplo, están en el 15 o 18% de su capacidad. “Son porcentajes muy bajos que hacen inviable el funcionamiento de las empresas”.
El vicepresidente de la entidad empresaria considera que es necesario “hacer un cambio profundo en la actual política económica”, para poder adecuarse a las nuevas modalidades y realidades de trabajo a nivel mundial. “Necesitamos que nos den las herramientas para poder hacer esos cambios.  Costos de trabajo razonables, accesibles, menor carga tributaria, costos de los servicios acordes a la realidad  para poder competir internacionalmente”, dijo. 
Actualmente una encuesta nacional marca que el 54% de las industrias están trabajando cada vez menos y van disminuyendo su producción. “No tenemos un panorama alentador”, dijo Giacobone, “Y no es una sensación sino encuestas reales que nos marcan que no hay un buen futuro por delante”, agregó.