En una decisión que ha tomado por sorpresa a la comunidad empresarial y comercial de Río Cuarto, Aerolíneas Argentinas ha anunciado la suspensión de la ruta Buenos Aires-Río Cuarto por un período de 70 días, generando incertidumbre sobre el futuro aéreo de la ciudad. Este cese temporal, que regirá desde el 21 de abril hasta el 28 de junio, ha despertado temores entre los empresarios locales de que este pueda ser el comienzo de una ausencia más prolongada y quizás definitiva.

Alejandro Galetto, jefe del Aeropuerto de Río Cuarto, ha confirmado que la comunicación oficial por parte de la aerolínea no incluyó explicaciones detalladas sobre las razones detrás de esta decisión. Aunque la aerolínea mencionó en comunicaciones anteriores que algunas rutas serían suspendidas para permitir el mantenimiento de las aeronaves, la especificidad de esta ruta y la falta de pérdidas reportadas hacen que la decisión sea especialmente confusa para los afectados.

Río Cuarto mantenía hasta ahora cuatro frecuencias semanales hacia el Aeroparque Jorge Newbery en Buenos Aires, con vuelos programados para los lunes, miércoles, viernes y domingo. La buena ocupación de estos vuelos subraya la relevancia de la conexión para la región, destacando la importancia de esta ruta tanto para negocios como para conexiones personales.

La suspensión de operaciones aéreas deja a la ciudad sin sus vuelos comerciales habituales, aunque Galetto aclara que las actividades de aviación general, militar, sanitaria y humanitaria continuarán operando. Sin embargo, el panorama para el comercio y la industria local es menos claro, con muchos preocupados por los impactos económicos que una suspensión prolongada podría traer.

En el contexto de recientes decisiones de Aerolíneas Argentinas de abandonar rutas no rentables, la situación en Río Cuarto presenta un enigma. Galetto señaló que aunque los vuelos están programados para reanudarse el 1 de julio, según la página web de Aerolíneas, la comunidad local se encuentra en un estado de incertidumbre. "Estamos en un 50 y 50 por ciento de posibilidades", expresó, reflejando la ansiedad sobre lo que realmente ocurrirá después del 28 de junio.

Los ciudadanos de Río Cuarto que ya habían adquirido boletos para viajar entre las fechas afectadas enfrentan ahora la tarea de buscar reembolsos o reprogramaciones. Aerolíneas Argentinas aún debe clarificar cómo manejará estas situaciones, lo que añade otra capa de incertidumbre para los viajeros afectados.

La decisión de la aerolínea de bandera ha levantado sospechas entre los empresarios locales sobre posibles motivos ocultos detrás de la suspensión, especulando que podría ser parte de una estrategia más amplia del gobierno para reducir operaciones en ciertos puntos del país. Esta perspectiva refleja el temor de que Río Cuarto pueda ser marginado en la planificación de rutas aéreas futuras, impactando negativamente en el desarrollo económico y social de la región.

Mientras Río Cuarto aguarda respuestas claras y concretas, el reloj corre no solo para la aerolínea y el aeropuerto, sino para toda una comunidad que depende crucialmente de su conexión con la capital y otras regiones. La esperanza es que los próximos meses traigan buenas noticias y que los aviones vuelvan a conectar a Río Cuarto con el resto del país y más allá.