El Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC) reveló que la inflación en marzo se situó en un 11%, continuando una tendencia de desaceleración por tercer mes consecutivo y ubicándose por debajo de las expectativas de mercado del 12,5%. Este aumento lleva la inflación acumulada del año a un 51,6% y a un alarmante 287,9% en términos interanuales, el nivel más alto en los últimos 33 años.

La categoría de Educación experimentó el mayor incremento con un 52,7%, impulsada por significativos aumentos en las cuotas escolares. Le siguieron Comunicación, con un aumento del 15,9% debido a las subidas en las tarifas de telefonía e internet, y Vivienda, agua, electricidad, gas y combustibles, con un 13,3%, principalmente por el incremento en las facturas de electricidad.

Otro sector que tuvo una considerable incidencia en el índice fue el de Alimentos y bebidas no alcohólicas, que registró un aumento del 10,5%. Este incremento se notó especialmente en carnes y derivados, productos lácteos, verduras, legumbres, y pan y cereales.

Los precios regulados subieron un 18,1%, destacándose como la categoría con mayor aumento, seguidos por los productos estacionales que aumentaron un 11,1%. Sin embargo, el IPC núcleo (que excluye precios regulados y estacionales) mostró una subida más moderada del 9,4%, rompiendo la barrera de los dos dígitos por primera vez en meses.

Lorenzo Sigaut Gravina, economista y director de Equilibra, destacó la importancia de estos datos: “Es un dato muy bueno en términos de desaceleración de la inflación, más aún considerando que marzo suele ser uno de los meses más complejos por los aumentos en educación. La baja de más de dos puntos entre febrero y marzo indica que el proceso de desaceleración es más rápido de lo previsto”.

A nivel regional, los datos de inflación fueron variados. El Gran Buenos Aires y la región pampeana experimentaron inflaciones del 11,5% y 11,3%, respectivamente, mientras que la Patagonia, el Noreste, Cuyo y el Noroeste registraron cifras más bajas que el promedio nacional.

Mirando hacia adelante, los expertos anticipan que abril podría mostrar una inflación aún más baja. Según Sigaut Gravina, las primeras semanas del mes han registrado cifras muy bajas, especialmente en alimentos y bebidas. “Aunque hay que prestar atención a los precios regulados y las tarifas de gas, es probable que abril termine también en un dígito”, agregó.

Esta tendencia a la baja en la inflación mensual, aunque aún alta, ofrece una perspectiva más optimista para la economía argentina, en la que cada punto de reducción en la inflación se vuelve cada vez más desafiante pero crucial para el bienestar económico del país.