La economía argentina registró una caída del 1,8% en el acumulado de 2024, un año marcado por el ajuste fiscal y el consumo deprimido. Este descenso, menor al 3% que había previsto inicialmente el Gobierno, se produjo en el primer año de gestión de Javier Milei y afectó principalmente a los sectores de la construcción y la industria manufacturera, según datos del Estimador Mensual de Actividad Económica (EMAE), publicado por el INDEC.

El informe del INDEC destacó que, a pesar de la caída general, en diciembre la actividad económica mostró un repunte significativo, con un crecimiento del 5,5% en comparación con el mismo mes del año anterior. Esta mejora permitió compensar parcialmente las contracciones observadas a lo largo del año, y llevó el nivel de actividad a cifras similares a las de agosto de 2023, antes de las PASO y la fuerte devaluación que implementó el exministro Sergio Massa.

Según el economista Alan Versalli, de EcoGo, la contracción del 1,8% "es menor a lo esperado" y refleja una recuperación en la economía hacia fines de 2024. Versalli añadió que, con estos datos, la economía alcanzó niveles previos a la devaluación de Massa y la aceleración de la inflación, aunque aclaró que la situación sigue siendo delicada.

El comportamiento sectorial fue dispar: mientras que el agro registró un crecimiento interanual del 3,9%, otros sectores como la pesca (-25%) y la construcción (-7,2%) mostraron fuertes caídas. A pesar de la depresión en algunos rubros, nueve de los 15 sectores que componen el EMAE presentaron avances en diciembre. Entre ellos, la intermediación financiera destacó con un incremento del 18%, seguida por el comercio, que creció un 7,4% en comparación con diciembre de 2023.

La industria manufacturera también mostró una mejora en su actividad, con un avance del 6,7% respecto al mismo mes del año anterior. Sin embargo, esta recuperación se produjo en un contexto de baja base de comparación, ya que diciembre de 2023 estuvo marcado por una alta inflación y la paralización de muchas actividades debido a la devaluación de ese entonces.

A lo largo del año, la construcción fue uno de los sectores más afectados por las políticas de ajuste fiscal, con una caída del 7,2% interanual. También la administración pública, con una contracción del 2,5%, registró una fuerte incidencia negativa en los resultados generales de la economía.

De cara a 2025, los analistas esperan una recuperación sostenida de la economía. Según Lautaro Moschet, economista de la Fundación Libertad y Progreso, "con dos trimestres consecutivos de expansión, Argentina ha dejado atrás la recesión y ha recuperado los niveles previos a la caída". Moschet destacó el restablecimiento del orden macroeconómico como una condición fundamental para que la economía crezca, aunque aclaró que es necesario continuar con políticas de desregulación para mantener esta tendencia.

Las expectativas para el nuevo año son positivas, con estimaciones de crecimiento cercanas al 5%, impulsadas por el crédito y la inversión. No obstante, se advierte que los salarios, aunque han mostrado un repunte, siguen siendo insuficientes para sostener un crecimiento robusto. La consultora LCG proyectó una expansión del 4,8% en la actividad económica para 2025, aunque anticipó una disparidad sectorial similar a la observada en 2024.

Los principales motores de la economía para el inicio de 2025 provendrían del sector financiero, con un aumento en los préstamos y el consumo de bienes durables. Sin embargo, se espera que las ventas minoristas y la actividad agropecuaria atenúen este avance, manteniendo un crecimiento frágil.

El primer año de gestión de Javier Milei trajo consigo una contracción económica, aunque menor a lo esperado. La recuperación observada en diciembre de 2024 genera expectativas optimistas para 2025, con un crecimiento proyectado cercano al 5%, impulsado por la inversión y el crédito. No obstante, la fragilidad de algunos sectores y la disparidad en el crecimiento podrían limitar el alcance de esta recuperación.