Las ventas minoristas de las pequeñas y medianas empresas cayeron un 0,5% en junio respecto al mismo mes del año anterior, de acuerdo al relevamiento difundido por la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME). El dato se dio a conocer este 6 de julio y muestra que, más allá de ciertas mejoras puntuales, el consumo continúa en niveles bajos y con comportamientos variables entre rubros.

En comparación con mayo, la baja fue más notoria: un 6,7% menos en el nivel de ventas. Aun así, el balance del primer semestre muestra un crecimiento del 9,1% interanual, lo que evidencia una recuperación parcial frente a la caída del 17,2% registrada en el mismo período del año pasado.

El contexto sigue siendo desafiante. El 58,3% de los comercios relevados indicó que su situación económica se mantuvo estable respecto a un año atrás, mientras que el 27,5% manifestó que empeoró. Pese a esto, un dato alentador es que el 50% de los encuestados expresó expectativas positivas para los próximos doce meses, frente a un 7,8% que anticipa un escenario más complicado.

Junio presentó algunos repuntes puntuales en las ventas, impulsados por factores como el Día del Padre y el cobro del medio aguinaldo. Sin embargo, no alcanzaron para revertir la tendencia general del mercado, que todavía evidencia señales de debilidad estructural.

En cuanto al desempeño por rubro, cinco de los siete sectores medidos registraron aumentos interanuales. El más destacado fue el de alimentos y bebidas, con una suba del 1,8%. Le siguieron farmacia (1,3%), ferretería y materiales eléctricos y de la construcción (0,7%), bazar, decoración, textiles del hogar y muebles (0,4%) y perfumería (0,2%).

En contrapartida, dos sectores acusaron caídas marcadas: calzado y marroquinería bajó un 5,2% y textil e indumentaria retrocedió un 4,7%. Ambos rubros, muy sensibles a las variaciones del poder adquisitivo, vienen arrastrando meses con desempeños negativos.

Muchos comercios reportaron menor facturación y una reducción de la clientela en sus locales físicos. A pesar de esto, lograron mantener ciertos niveles de demanda a través de canales digitales y mediante políticas de precios más agresivas.

En sectores estacionales, las condiciones climáticas jugaron un papel positivo en el desempeño mensual. Específicamente, las ventas relacionadas con el invierno tuvieron algo más de dinamismo.

Otro punto crítico fue la finalización del programa Cuota Simple, lo cual planteó un nuevo obstáculo para los negocios que dependen del financiamiento en cuotas. Como alternativa, CAME impulsó la creación de Cuotas MiPyme, un nuevo esquema que comenzó a funcionar el 1° de julio.

Este sistema permite a los comercios ofrecer planes de 3 o 6 cuotas con tasas promocionales y sin límites de monto, abarcando los mismos rubros que el programa anterior. La medida apunta a sostener la competitividad del sector pyme en un contexto donde el consumo masivo sigue sin despegar del todo.

El informe también subraya que este tipo de políticas son fundamentales para sostener el nivel de actividad, especialmente en localidades donde las pymes son el principal motor del empleo y del consumo interno.

En resumen, junio dejó un sabor amargo para los comercios de menor escala. Aunque algunos sectores lograron sostenerse e incluso crecer, el consumo en general sigue siendo frágil. Las perspectivas hacia fin de año dependerán en gran parte de las medidas de incentivo que puedan implementarse, y de cómo evolucione la confianza del consumidor en los próximos meses.