El Consejo Económico y Social (CEyS) de Río Cuarto presentó un nuevo informe que analiza la evolución de la natalidad en la ciudad entre 2019 y 2024. El trabajo integra datos oficiales, encuestas y registros locales, y confirma que la disminución de los nacimientos es una tendencia sostenida en el tiempo.

El estudio reúne información del INDEC, el Ministerio de Salud, el Registro Civil, CeCRE, la Encuesta de Percepción de la Realidad Económica y Social (EPRES) y una encuesta local realizada a 111 personas. En este último relevamiento, el CEyS detectó que el 75,7% de las personas consultadas no tiene hijos, un dato central para comprender las transformaciones demográficas actuales.

Entre quienes no son padres, un 56,7% expresó que desea tener hijos más adelante; un 33,3% aún no lo definió y un 10% no planea tenerlos. Además, el 75% señaló que ya conocía que la natalidad venía en descenso y un 63% consideró que este fenómeno representa un problema en algún grado.

En cuanto a la evolución local, los nacimientos muestran una caída sostenida en el período estudiado, con una baja más marcada entre marzo y mayo de 2020, coincidente con la cuarentena estricta. Las cifras siguen la misma tendencia que se observa en el ámbito provincial y nacional.

El CEyS también analizó cambios en la composición de los hogares: disminuyen las familias numerosas, crecen los hogares unipersonales y se mantiene estable la cantidad total de niños, aunque con mayor presencia de los de mayor edad dentro del rango infantil. El estudio remarca que la maternidad adolescente continúa descendiendo y que los proyectos reproductivos se desplazan hacia edades mayores.

Entre los factores económicos, el informe señala que la Canasta de Crianza supera de manera sostenida al Salario Mínimo Vital y Móvil, lo que obliga a la necesidad de dos ingresos para cubrir gastos básicos. En materia habitacional, el alquiler es la forma de acceso predominante y los hogares con jefatura femenina registran menores niveles de vivienda propia.

El documento también analiza las licencias familiares, donde persiste la asimetría entre maternidad (90 días) y paternidad (2 días), y revisa el acceso a salud reproductiva, controles ginecológicos y atención psicológica. Además, detalla que la ciudad cuenta con 115 espacios de educación y cuidado en la primera infancia.

El CEyS concluye que la baja natalidad es un fenómeno estructural que involucra factores económicos, culturales, institucionales y de salud. Entre sus propuestas de políticas públicas sugiere fortalecer programas de vivienda, ampliar licencias familiares, consolidar el sistema de cuidados y reforzar campañas de salud reproductiva y mental.