Se trata de una empresa familiar que cuenta con una amplia variedad de revestimientos y pisos rústicos en lajas, pórfidos, adoquines, mármoles y piedras de jardín. “La venta de nuestros productos, ha crecido casi al mismo ritmo de cómo fue desarrollándose la ciudad en las últimas décadas. Esto nos permitió ir ampliando la variedad de materiales por espesores, colores y formatos”, precisaron. Está ubicada en la Av. Godoy Cruz 569.
-¿Que distingue a la empresa?
- Al ser una empresa familiar, el asesoramiento es nuestra prioridad, tanto sea recomendando mano de obra especializada dependiendo del tipo de piedra natural elegida, o desplegando el abanico de posibilidades que nuestro showroom y amplio stock nos permite darle tanto al cliente particular, arquitecto, constructor, parquizador, etc.
- ¿Qué tipos de piedras poseen? Es importante la colocación, ¿asesoran al cliente en este sentido?
- Cuando se habla de la calidad de la piedra, simplemente se hace hincapié en lo que la naturaleza nos provee. Por supuesto que algunas opciones se recomendarán dependiendo de lo que el cliente esté buscando, sea una entrada vehicular a completar con el ya clásico pórfido 10x10, o si se quiere revestir una piscina un travertino cortado, ya sea pulido para interior o rústico para el solárium. Existen infinitas posibilidades de revestimientos dependiendo formatos (tacos, muretes, pircas, piedras cortadas o irregulares) y otras tantas para jardines (piedras molidas, de río y roladas).
-¿Cómo impacta la coyuntura actual?
- En el contexto económico de post pandemia tan fluctuante hemos conseguido mantener el stock, la calidad y un flujo de venta que nos ha permitido seguir creciendo. El cliente ve la colocación de piedra en su hogar como una inversión que no sólo embellece las fachadas sino también los distintos ambientes y espacios. La piedra proporciona la calidad y calidez que solo la naturaleza puede dar