A un mes de los incendios que arrasaron varias zonas de la provincia, el gobierno provincial continúa con la implementación de un programa integral de remediación, que abarca áreas clave como infraestructura, medio ambiente y asistencia a los damnificados. Esta iniciativa cuenta con una inversión total de $15.642 millones, destinada a reparar los daños y facilitar la recuperación de las comunidades afectadas.

Uno de los pilares de este plan es la inversión en infraestructura. La obra más destacada es la construcción de una nueva línea de alta tensión y una estación transformadora que conectará a las localidades de Chancaní y San Pedro, con una inversión de $11.592 millones. Esta obra no solo mejorará significativamente la capacidad eléctrica de la zona, sino que también permitirá iluminar toda la región con fibra óptica. Además, se retirará una línea que atravesaba la reserva natural, lo que reducirá los riesgos ambientales.

En paralelo, se están reparando infraestructuras críticas como el sistema de agua potable dañado por el fuego. En este sentido, se han colocado 1200 metros de cañerías maestras y 3850 metros de cañerías de distribución, además de una nueva cisterna de 150.000 litros. Para garantizar el abastecimiento, se han instalado dos nuevas bombas y una motobomba, con una inversión total de $722 millones.

Además, las cooperativas eléctricas de las zonas afectadas recibieron asistencia para la recuperación de su infraestructura. Este trabajo incluyó el reemplazo de cables, postes y la instalación de grupos electrógenos, sumando más de $60 millones.

En el área ambiental, la Reserva Tatú Carreta fue uno de los focos de atención, ya que muchos animales silvestres resultaron heridos o afectados por los incendios. A través del Ministerio de Ambiente y Economía Circular, se destinaron $3 millones para la rehabilitación de estos ejemplares. Además, el programa de Fortalecimiento de Viveros de Flora Nativa recibió $80 millones para duplicar la producción de plantas de bosque nativo, con el objetivo de restaurar el ecosistema perdido.

La remediación no se limita a la infraestructura, ya que el gobierno también ha destinado fondos importantes para ayudar a las personas y sectores más afectados. Hasta la fecha, se han desembolsado más de $4.050 millones para asistir a productores agropecuarios, familias, emprendedores e instituciones. Esta ayuda ha sido fundamental para comenzar a reconstruir viviendas, negocios y otros bienes perdidos durante los incendios.

Las ayudas para la reconstrucción de viviendas, tanto por destrucción total como parcial, ascienden a $1.250 millones, mientras que los emprendimientos comerciales, de servicios, hoteleros y turísticos recibieron un total de $57 millones.

Los productores agropecuarios fueron uno de los sectores más golpeados por los incendios. Por ello, se han entregado ayudas por casi $1.050 millones en distintas localidades afectadas, como Villa Yacanto, Capilla del Monte, San Esteban y Charbonier, entre otras. En Villa Yacanto, por ejemplo, se entregaron insumos por más de $186 millones a 24 productores, incluyendo boyeros solares, postes, varillas y alambre. En Atos Pampa, los insumos entregados alcanzaron casi $110 millones, mientras que en San Esteban la inversión superó los $367 millones.

En Charbonier, 51 productores recibieron insumos por un valor cercano a los $173 millones, además de aportes económicos que totalizan $97 millones. En Ascochinga, la ayuda alcanzó los $95 millones, con insumos y aportes no reintegrables destinados a 26 productores.

A nivel general, se distribuyeron 5000 bolsas de alimento para ganado, por un valor de $51,6 millones, para los productores más afectados.

El Banco de Córdoba también se sumó al esfuerzo de remediación con una línea de créditos a tasa cero para los productores agropecuarios. Este programa ofrece préstamos de hasta $8 millones, con un plazo de tres años y uno de gracia. En total, se han destinado $600 millones para este tipo de financiamiento, que permite a los afectados reparar daños en sus bienes inmuebles y mobiliario.

El plan de remediación del gobierno provincial sigue en marcha, con una fuerte presencia en las zonas más afectadas. Aunque queda trabajo por hacer, la mayor parte de los recursos ya ha sido distribuida, lo que ha permitido a las comunidades empezar a recuperar la normalidad. Las acciones inmediatas y los fondos destinados a infraestructura y asistencia han sido claves para enfrentar las secuelas de esta tragedia, y las inversiones en energías renovables y tecnologías de comunicación ofrecen un horizonte más seguro y sostenible para las regiones afectadas.