Además de ser odontólogo especializado en ATM y ortodoncia, Gabriel Capellino cultiva una faceta artística muy particular: es tenor lírico y miembro del grupo Lírica Studio, dirigido por Gerardo Figueras.
“Canto desde hace más de diez años. No vivo de la música, pero la estudio como si fuera un profesional”, contó en Breves Streaming. En los últimos meses actuó en la Casa de la Cultura y en el Teatro Municipal, con repertorios que incluyen obras de Verdi, Puccini y canzonetas napolitanas como O Sole Mio o Torna a Surriento.
El doctor describió la música como su cable a tierra, una manera de equilibrar la exigencia del consultorio con una actividad emocional y espiritual. “Creo que estamos para mejorar la calidad de vida de los demás, desde lo que cada uno sabe hacer. En mi caso, con la odontología y con la música”, expresó.
También explicó que cantar lírico requiere disciplina, entrenamiento vocal y preparación mental. “Trabajo la respiración y la meditación para manejar los nervios antes de salir al escenario”, confesó, recordando que cada presentación es una experiencia distinta.
Entre la bata y el micrófono, Capellino demuestra que la pasión y la vocación pueden convivir en perfecta armonía.