El costo de la construcción en Argentina continúa en aumento, reflejando los efectos de la inflación, aunque con algunas señales de desaceleración en ciertos rubros. Un informe reciente del Instituto de Estadística y Censos de la Ciudad de Buenos Aires (ICCBA) indica que los costos subieron un 1,4% en enero, acumulando un alza del 52,9% en los últimos doce meses. En Río Cuarto, aunque no se dispone de un índice específico, la realidad local suele seguir de cerca estas tendencias, por lo que los constructores y ciudadanos de la región también sienten el impacto en sus proyectos.
La mano de obra, uno de los factores clave en los costos de construcción, tuvo un incremento interanual del 109%, marcando el mayor ajuste dentro del índice. Este fuerte aumento responde en gran medida a las recientes negociaciones paritarias que buscan recomponer el poder adquisitivo de los trabajadores del sector. Mientras tanto, los gastos generales —que incluyen servicios y otros costos indirectos— aumentaron un 72,7%, y los materiales registraron una suba más moderada del 27,3%, aunque aún considerable dentro del contexto económico actual.
El impacto en las obras de Río Cuarto
En ciudades como Río Cuarto, las fluctuaciones en el costo de la construcción pueden retrasar o encarecer proyectos tanto públicos como privados. En particular, la construcción de viviendas, un sector que mueve tanto al mercado inmobiliario como a la economía local, no es ajena a estos vaivenes. Aunque los valores exactos no siempre se traducen de manera directa, los empresarios y constructores locales enfrentan desafíos similares a los de Buenos Aires.
Específicamente, los trabajos preliminares, como las excavaciones, tuvieron un aumento interanual del 80,8%, lo que afecta las primeras etapas de cualquier obra. Asimismo, la albañilería, esencial en la mayoría de los proyectos, subió un 65,2%, mientras que rubros como la yesería y cielorrasos registraron un alza del 73%. Estos incrementos complican la planificación y ejecución de obras en Río Cuarto, donde muchas veces se depende de insumos y mano de obra que se ven directamente afectados por la inflación.
Otro de los sectores que mostró un aumento importante fue el de la instalación eléctrica y de aire acondicionado, que subió un 29,2%. En contraste, la instalación sanitaria tuvo un incremento más moderado, del 20,6%. Estas diferencias en los porcentajes de aumento permiten observar ciertos matices en la evolución de los costos, pero en general, las obras continúan encareciéndose mes a mes.
Materiales clave, una constante preocupación
Entre los materiales, que registraron un alza general del 27,3%, algunos productos se destacaron por sus fuertes aumentos. El vidrio y los cristales, por ejemplo, subieron un 66,8%, mientras que la carpintería de aluminio, madera y metal aumentó un 40,1%. La pintura, otro insumo esencial, subió un 66,3%, complicando el cierre de obra para quienes buscan acabados de calidad.
El incremento de estos costos también está relacionado con las dificultades de importación de ciertos insumos y la dependencia de materiales clave, como el hormigón y el acero. La suba en las estructuras portantes, del 56%, refleja precisamente el impacto de estos materiales en el proceso constructivo. En Río Cuarto, las empresas constructoras enfrentan desafíos adicionales por la escasez y encarecimiento de algunos insumos, que suelen estar más disponibles en los grandes centros urbanos.
La desaceleración, un respiro relativo
A pesar de los aumentos significativos en varios rubros, el informe del ICCBA también señala una leve desaceleración en algunos costos. Por ejemplo, en la comparación mensual, el incremento total de enero fue del 1,4%, lo que marca una baja respecto a meses anteriores, cuando las subas rondaban el 3% o más. En términos absolutos, la mano de obra subió un 2,7% en el mes, mientras que los materiales apenas aumentaron un 0,5%, lo que puede interpretarse como una señal positiva para el sector en un contexto inflacionario.
Este leve respiro se refleja también en la instalación sanitaria, que mostró una baja del 0,7% en el mes de enero. Aunque es un dato aislado, puede indicar que algunos rubros empiezan a estabilizarse, aunque aún es pronto para afirmar una tendencia a la baja en el sector de la construcción en general.
Expectativas a futuro
El futuro de los costos de la construcción, tanto en Buenos Aires como en Río Cuarto, depende en gran medida de la estabilidad económica del país, la evolución de los salarios y la disponibilidad de insumos clave. Las proyecciones no son del todo alentadoras, ya que se espera que la inflación continúe impactando en el sector, aunque algunos actores de la industria confían en que las negociaciones salariales y la estabilización de ciertos precios puedan ayudar a moderar los aumentos en los próximos meses.
Mientras tanto, los constructores y propietarios de viviendas en Río Cuarto deberán seguir de cerca la evolución de los precios para ajustar sus presupuestos y tiempos de obra, en un escenario económico que sigue siendo incierto pero con algunos indicios de moderación.