La identidad productiva del sur cordobés volvió a ocupar el centro de la escena con un encuentro clave realizado en el marco de “Marca de Origen”, el evento que pone en valor el trabajo, la innovación y el arraigo regional. En esta oportunidad, representantes de la Universidad Nacional de Río Cuarto (UNRC) de la Sociedad Rural de Río Cuarto (SRRC) y de la Cámara de Industriales Metalúrgicos (CIM) se sentaron a dialogar con un objetivo concreto: diseñar puentes sólidos entre el mundo académico y el sector productivo.
Participaron de la reunión la rectora Marisa Rovera, junto a las autoridades universitarias Marta Dardanelli y Fabiana Déramo. Por la CIM, dijeron presente Jorge Picco (presidente mandato cumplido), Ariel Rasger y Guillermo Giralda. El intercambio permitió avanzar en una agenda compartida que prioriza la extensión universitaria, la vinculación tecnológica y la mejora de las condiciones de competitividad de las pymes industriales.
Durante el encuentro se insistió en que el desarrollo regional no se logra solo con grandes obras, sino a través de pequeñas acciones sostenidas que generen sinergias entre distintos actores. En ese sentido, se destacó la importancia de las trayectorias de grado y pregrado como herramientas efectivas para integrar a los jóvenes al mercado laboral, apostando a la movilidad social real.
Uno de los ejes centrales de la conversación fue la microcompetitividad de las pymes, un desafío que requiere nuevas formas de gestionar el conocimiento y aprovechar los bienes públicos generados desde la universidad. “Tenemos que fortalecer las relaciones y generar procesos de sinergia donde se compartan aprendizajes para avanzar en el desarrollo”, explicó Ariel Rasger.
La participación activa de la universidad en el entramado social y productivo del territorio también fue resaltada por la rectora Rovera, quien afirmó: “Gestionar es hacer que las cosas sean. No es solo hacer grandes cosas sino dar pequeños pasos todos los días”.
La reunión puso en evidencia el valor estratégico de lo que algunos denominan la “triple hélice” del desarrollo: universidad, empresa y Estado. Esta articulación se presenta como fundamental para definir políticas públicas que respondan a las necesidades concretas del territorio, generando bienestar desde la ciencia aplicada y la producción con sentido.
En ese marco, se celebró también otro encuentro de alto impacto: el presidente de la CIM, Ezequiel Podversic, y el presidente de la Sociedad Rural de Río Cuarto, Heraldo Moyetta, dialogaron para acercar posiciones entre dos sectores históricamente relevantes del perfil económico local: la agroindustria y la metalmecánica.
El objetivo fue claro: trabajar en una agenda común que incluya la articulación entre educación y empleo, la mejora en infraestructura para potenciar la competitividad, y una mayor conexión entre la investigación científico-tecnológica y la producción real.
Ambos coincidieron en que Río Cuarto cuenta con una base agroalimentaria sólida, que debe transformarse en una plataforma de desarrollo con visión de largo plazo. Para lograrlo, plantearon que es necesario promover una cultura de la cooperación, donde distintos actores se asocien para compartir conocimientos, innovaciones y estrategias de crecimiento conjunto.
“Marca de Origen” se presenta así no solo como un evento, sino como un espacio de construcción colectiva. Bajo el lema “Donde comienza el valor”, la propuesta busca visibilizar iniciativas que nacen en el territorio y apuestan a generar futuro con identidad local.