Durante la entrevista en la mesa de Breves Streaming, el contador Mario Paoloni abordó uno de los temas que generan debate constante en la ciudad: el perfil productivo de Río Cuarto. Con una mirada directa, sostuvo que “el desarrollo industrial en Río Cuarto quedó en el camino”.

Según Paoloni, la ciudad se consolidó históricamente como un centro comercial y de servicios, pero no logró sostener una estrategia industrial de largo plazo. “Río Cuarto ha crecido exponencialmente en muchos aspectos, en otros le falta”, señaló. A su entender, el problema no es la falta de potencial, sino la falta de continuidad y decisión política en esa dirección. “Cuando se la tomó como alternativa de desarrollo, la industria quedó en el camino”, afirmó.

Explicó que la ciudad tiene una ubicación privilegiada dentro de la zona núcleo agropecuaria, lo que siempre la vinculó más con la producción primaria y el comercio que con la transformación industrial. “Los desarrollos más importantes de los últimos años fueron los inmobiliarios”, dijo. Y añadió: “Siempre apuntamos al tema agropecuario, porque estamos en la zona núcleo. Por ahí pasa también el desarrollo”.

Esa relación directa con el campo, lejos de ser negativa, también moldeó un tipo de crecimiento que no necesariamente incluyó a la industria como eje estratégico. “Básicamente la ciudad ha sido comercial y de servicios. Y es”, insistió.

Paoloni también se refirió a la falta de planificación concreta para fomentar la radicación de industrias. “Nunca se la ha tomado como una alternativa real. No se consolidó como política”, reflexionó. Para él, sin un plan sostenido y reglas claras, el perfil económico de Río Cuarto continuará enfocado en el comercio, los servicios y el crecimiento urbano, especialmente a través de loteos y obras viales.

La charla también puso en evidencia una contradicción: pese al potencial de la región, la ciudad no ha logrado canalizar esa ventaja comparativa en una matriz productiva más compleja. “Tenemos mucho potencial, pero seguimos siendo una ciudad comercial, de servicios y con fuerte influencia agropecuaria”, resumió.

En cuanto a la identidad local, Paoloni definió a Río Cuarto como una ciudad “muy particular”, marcada por su historia y por su pertenencia a una zona rica. “Hay un poco de arrogancia en el río cuartense, un poco de soberbia también. Pero es parte de una personalidad muy propia”, expresó.

Esa identidad fuerte convive con un entramado económico que no siempre logra traducir esa energía en un crecimiento industrial sostenido. “Hay mucha gente que vive en las localidades cercanas, pero trabaja o consume en Río Cuarto. Es una ciudad con una enorme zona de influencia”, explicó. Pero esa centralidad no siempre se traduce en producción industrial.

Finalmente, Paoloni planteó que sería necesario revisar las prioridades para que el desarrollo industrial tenga un lugar más importante en la agenda local. “Vamos a seguir siendo una ciudad comercial y de servicios si no hay un cambio real en el enfoque”, concluyó.