El vicepresidente segundo de la Sociedad Rural de Río Cuarto, Omar Barlasina, volvió a poner en discusión la histórica pelea entre el interior productivo y la concentración de poder en la capital del país. En una entrevista con Breves Streaming, el dirigente fue contundente: “Hay que federalizar de verdad, no puede ser que todo quede en Buenos Aires”.

Barlasina explicó que uno de los puntos más críticos es el manejo de los derechos de exportación. “El derecho de exportación es un impuesto que no vuelve al interior. Sale de los pueblos, de la producción, y se queda allá. Eso es lo que tenemos que cambiar”, remarcó.

Según su visión, si esos fondos se redistribuyeran en las provincias, se generarían mejores condiciones para la educación, la seguridad y la infraestructura en las regiones productivas. “Esa plata, si viniera, sería importante para todos, no solo para los privados. Habría más recursos para mejorar las escuelas, los hospitales y la vida cotidiana en los pueblos”, señaló.

Durante la charla, el dirigente rural repasó otros ejemplos de centralismo que afectan al campo y a las economías regionales. “Somos un país unitario. Dios atiende en Buenos Aires, dicen. Y es así. Todo queda allá y el interior siempre tiene que esperar”, expresó.

Barlasina sostuvo que este esquema no solo impacta en lo económico, sino también en la percepción que tiene la sociedad urbana sobre el campo. “Hay una idea abstracta del campo, como si fuera algo externo. Y no es así. El campo es parte de esta sociedad, vive en los barrios, consume en las ciudades, genera trabajo en toda la región”, explicó.

Consultado sobre la responsabilidad del sector en esta desconexión, reconoció que es necesario hacer una autocrítica. “Seguramente nosotros también tenemos que mejorar. Por ahí estuvimos muy encerrados en nosotros mismos y no supimos contar bien qué hacemos, cómo vivimos, qué aportamos”, dijo.

El dirigente también vinculó este reclamo federal con la necesidad de un cambio en la política nacional. “Tenemos que dejar de lado los egos y empezar a pensar en la Argentina toda, no solo en una parte. El país necesita acuerdos, diálogo y políticas que lleguen a todos”, afirmó.

Respecto a la relación con el gobierno actual, Barlasina fue cauto, pero marcó diferencias. Dijo que hubo medidas que generaron desconfianza en el sector, como las idas y vueltas con las retenciones. “Primero las bajaron, después anunciaron que las iban a volver a subir. Eso cayó mal porque genera incertidumbre. El productor necesita reglas claras”, explicó.

Más allá de la coyuntura, insistió en que el problema de fondo es estructural. “Hace años que el interior siente que aporta mucho y recibe poco. Y eso no puede seguir así. Hay que federalizar en serio, con hechos concretos, no con discursos”, afirmó.

Para Barlasina, la solución pasa por descentralizar los recursos y las decisiones. “No puede ser que Buenos Aires decida todo y se quede con la mayor parte de la recaudación. El interior necesita que le devuelvan lo que produce”, señaló.

Además, destacó el rol del campo como motor de la economía nacional. “El campo derrama en toda la sociedad. La plata que se genera en el campo va a las ciudades, a los pueblos, genera empleo, mueve el comercio. Pero muchas veces eso no se ve, no se reconoce”, explicó.

En ese sentido, remarcó que recuperar el federalismo sería beneficioso para todo el país. “No se trata solo de que el campo reciba más. Se trata de que haya más equilibrio, que todas las regiones crezcan, que no haya tanta diferencia entre la capital y el interior”, sostuvo.

Para cerrar, Barlasina expresó su deseo de que esta discusión se transforme en una política de Estado. “Ojalá podamos federalizar de verdad. Eso nos haría bien como país, nos permitiría crecer de manera más justa y equilibrada”, concluyó.