Para Ariel Hildmann, dueño de Good Game, la historia económica argentina se resume en una frase: "Nos adaptamos o caemos". Con más de 30 años en el rubro tecnológico, ha visto cómo la inflación, los saltos del dólar y los cambios de reglas de juego pusieron a prueba a miles de negocios. "En este país, nos hace tremendamente expertos en manejar situaciones que en otros lugares no existen", afirma.
De la hiperinflación a la estabilidad relativa Hildmann recuerda épocas donde reajustar precios era una tarea diaria: "Remarcábamos dos veces por día. Era insostenible". Hoy, aunque las ventas siguen lentas, valora que los precios en dólares se hayan estabilizado. "Los proveedores han bajado sus costos, y eso se nota", explica. Sin embargo, advierte que la calma es frágil: "Estamos en un momento de esperanza, pero los pies en la tierra son clave".
El "valle de la muerte" de los emprendedores El empresario reconoce que muchos negocios enfrentan momentos críticos donde parece que nada avanza. "Ves que tirás ideas, pasan meses, y seguís en el mismo lugar". La solución, dice, está en la persistencia y en saber "hacia dónde vas".
La importancia de los límites Hildmann destaca que, en un entorno volátil, no todo intento de crecimiento es viable. "Hay que saber qué cosas no hacer", señala, citando ejemplos de competidores que fracasaron por expandirse sin control. Su receta: "Serio, responsable, y con cuidado".