Darío Azcurra, propietario de la ferretería Casa Paunero, no duda al describir la situación actual: "Los gastos se fueron por las nubes". En diálogo con Breves Streaming, el comerciante detalló cómo los costos operativos se triplicaron en los últimos años, mientras las ventas se mantienen estancadas o incluso retroceden. "Un sueldo que antes estaba en 400 dólares ahora está blanqueado en 1200 o 1300. La luz, los impuestos, todo subió", explicó.
El rubro de la ferretería, aunque amplio y con demanda diversa, no escapa a la recesión que afecta al mercado local. Azcurra señaló que, aunque su negocio sigue en pie gracias a un 70% de ventas a empresas, el panorama es más lento que antes. "La gente se ha cambiado. Antes había movimiento todo el día; ahora hay momentos de saturación, pero no como antes", comparó.
Uno de los sectores más golpeados es la construcción, clave para los ferreteros. "A los desarrollistas les cuesta porque no les cierran los números", admitió. Sin embargo, Azcurra remarcó que la diversificación es vital: "Si no le vendés a un constructor, le vendés a una avícola. Si no, a un carpintero".
Frente a este escenario, el comerciante apuesta a la resiliencia. "No queda otra, hay que mirar para adelante", afirmó. Pero también reconoció el desgaste: "Se pone aburrido. Si no tenés un proyecto, una meta, es difícil mantenerse motivado".