En un tramo clave de la entrevista en Breves Streaming, el concejal Gustavo Perlo reveló una de sus motivaciones personales más profundas al haber ingresado a la política: “Yo sueño con un Río Cuarto industrial”. Esa frase, dicha con convicción, sintetiza su visión de futuro para la ciudad y el eje que sostiene su participación en el Concejo Deliberante.

“Es mi palo, es lo que yo puedo conocer, lo que puedo aportar”, explicó Perlo, al referirse al sector productivo. Su ingreso al espacio de Hacemos Unidos por Río Cuarto se dio, según indicó, porque el proyecto de gobierno incluía un enfoque centrado en la producción, el trabajo y el desarrollo. “Si no hubiese un eje industrial, no me sentiría representado”, sostuvo.

Durante la charla, Perlo reflexionó sobre el debate que atraviesa históricamente a la ciudad: el deseo de crecer sin perder su identidad. “Río Cuarto quiere ser la gran ciudad, pero al mismo tiempo quiere seguir siendo pueblo. Quiere ser industrial, pero teme a los cambios que eso implique”, resumió. Y agregó: “Quiere integrarse, pero también seguir siendo isla”.

A partir de esa tensión, el concejal llamó a desmitificar la idea de que una ciudad industrial necesariamente implica contaminación o pérdida de calidad de vida. “¿A qué le tiene miedo hoy el ciudadano? Porque se habla de ciudad industrial y se piensa en chimeneas”, señaló. “Hoy hay normativas ambientales internacionales muy estrictas. Las industrias tienen que cumplir con eso. Y el impacto ambiental es muy bajo si se cumplen esas reglas”, aclaró.

Además, insistió en que las ciudades que logran niveles bajos de pobreza y altos ingresos son aquellas con mayor actividad industrial. “No conozco ninguna ciudad industrial en donde su PBI sea bajo o sus niveles de pobreza sean tan altos como en ciudades sin industria”, afirmó.

También se refirió a la planificación urbana como parte esencial del crecimiento ordenado. “Cuando una industria queda abrazada por la zona urbana, pierde proyección de crecimiento. Por eso, hay que planificar que las viviendas no se instalen pegadas a los parques industriales”, explicó.

Perlo recordó su paso como presidente del Parque Industrial, cargo que ocupó antes de asumir como concejal. Mencionó que actualmente hay tres parques industriales funcionando en la ciudad y al menos tres más en desarrollo. “Hay una ordenanza de promoción industrial y una ley provincial que permite que las nuevas empresas tengan una carga tributaria baja en sus primeros años”, señaló.

Para el edil, esa política debe sostenerse y ampliarse. “Quizás una industria no pague impuestos al inicio, pero está tomando gente, genera movimiento, y reduce el gasto social del Estado, porque hay menos personas que necesitan asistencia”, indicó.

Al responder sobre por qué cuesta avanzar hacia un perfil productivo más definido, Perlo habló de un componente cultural. “Hay miedo a que Río Cuarto cambie. Hay resistencia al crecimiento. Pero si queremos trabajo genuino, empleo de calidad y desarrollo, tenemos que asumir ese camino”, afirmó.

También valoró la articulación público-privada como una herramienta fundamental. “Hay que lograr acuerdos entre todos los sectores. Tenemos condiciones: recursos humanos, universidades, empresarios comprometidos. Lo que falta es ordenarnos”, expresó.

Finalmente, Perlo convocó a cambiar la mirada. “No hay que tenerle miedo al desarrollo. Todo lo que podamos lograr como ciudad está en función del nivel de producción y trabajo que generemos. Río Cuarto tiene todo para ser una ciudad industrial sin perder su esencia”, concluyó.