El 14° Congreso Nacional de Entes y Fundaciones de Lucha Sanitaria Animal cerró en la Sociedad Rural de Río Cuarto con un marco de asistencia presencial y virtual que mantuvo la atención durante las dos jornadas. Productores de distintas provincias, referentes académicos y representantes de organismos sanitarios compartieron miradas sobre problemáticas de bovinos y porcinos, además de tendencias en mercados y consumo.

En la apertura se abordó el trabajo en red entre instituciones públicas y privadas. El decano de la Facultad de Agronomía y Veterinaria de la UNRC, Rosendo Liboa, destacó que la cooperación permitió alcanzar avances concretos en la sanidad, aunque señaló que quedan desafíos para optimizar esa articulación. A su lado, Roberto Quadrelli (Sociedad Rural de Río Cuarto), Carlos Cavadore (Cartez) y Juan Manuel Lazarte (Coprosa) coincidieron en la necesidad de fortalecer la coordinación para dar respuestas más rápidas frente a emergencias sanitarias.

Uno de los ejes centrales fue la enfermedad de aujeszky, que preocupa a la producción porcina en varias provincias. La especialista Alicia Carranza explicó que el virus afecta a cerdos domésticos y salvajes, y puede llegar a otras especies. “Se transmite rápidamente por secreciones orales, nasales, semen y leche. Rápidamente pasa a toda la granja”, advirtió. Por su parte, Julián Parada recordó que la Facultad de Agronomía y Veterinaria de la UNRC integra la red de diagnóstico de la enfermedad. “Si hay un diagnóstico positivo en la granja, debe presentarse un plan de control para volver a comerciar”, señaló. También subrayó la importancia de la bioseguridad y el monitoreo de riesgos como el ingreso de personas y animales.

El panel incluyó la presentación de casos clínicos atendidos por equipos de la Universidad y la mirada de la Federación Porcina Argentina. Su representante, Héctor Ramón Sanguinetti, pidió atención constante: “La desgracia del aujeszky es que parece que no, pero está”, sostuvo. Desde Senasa, Andrea Marcos se refirió al rol de los entes sanitarios en la detección temprana y al monitoreo activo en el territorio.

Más adelante se incorporó la perspectiva económica. Eugenia Brusca, del Instituto de Promoción de la Carne Vacuna Argentina (IPCVA), expuso sobre el consumo según franjas etarias y cómo comunicar los beneficios de los cortes bovinos a nuevas generaciones. En tanto, el economista Ernesto O’Connors (CRA) repasó la situación del mercado de carnes y vinculó la política de intervención con la disminución del stock ganadero. “Si el rodeo hubiera mantenido la expansión de 2005/06, hoy hablaríamos de 71 millones de cabezas en lugar de 54 millones”, afirmó.

El cierre del Congreso estuvo marcado por el debate sobre la vacunación contra la fiebre aftosa. Horacio Angélico, jefe del programa Aftosa de Senasa, explicó que se evalúa un cambio de estrategia. “La propuesta es vacunar todas las categorías menos vacas y toros, con campañas diferenciadas. Pero todavía no hay una definición”, aclaró. También planteó la necesidad de fortalecer la vigilancia pasiva y crear un banco de antígenos que permita una respuesta rápida frente a posibles brotes.

En el mismo panel, Javier Rotondo, vicepresidente de CRA, remarcó la importancia de sostener y modernizar el sistema sanitario. “Organizándose se logró alcanzar el actual status. Hay que evitar caer en simplismos y sostener la vacunación, pero repensando su funcionamiento”, expresó. Además reclamó que Senasa asuma un rol más activo y con recursos propios: “Los productores y entes deben exigir un Senasa más fuerte y moderno. Hay que evitar que los gobiernos hagan política con la sanidad”, concluyó.

Tras las exposiciones, el público participó con preguntas que giraron principalmente en torno a la estrategia frente a la aftosa. El intercambio cerró un encuentro que puso sobre la mesa los desafíos sanitarios, productivos y comerciales de la ganadería argentina.