El mes de septiembre de 2024 finalizó con un panorama desafiante para los comercios pymes de Río Cuarto. Según datos relevados por el Centro Empresario, Comercial, Industrial y de Servicios (CECIS), las ventas minoristas cayeron un 5,19% en comparación con el mismo mes de 2023, lo que refleja un momento complicado para la actividad comercial local.
Tres sectores se destacaron por sufrir las caídas más pronunciadas en sus ventas. El rubro de bazar y amoblamientos tuvo una baja significativa del 13,32%, convirtiéndose en uno de los más golpeados. Le siguieron juguetería y librería con un retroceso del 10,26%, y el segmento de neumáticos y repuestos de autos y motos, que disminuyó un 6,33%. Estos tres sectores reflejan la dificultad para mantener niveles de consumo estables ante un contexto económico complejo.
Sin embargo, la caída no fue uniforme en todos los sectores. En alimentos, la baja fue del 1,21%, mostrando cierta resiliencia frente a la crisis. Otros rubros como calzado y marroquinería (1,33%) y ferretería y materiales para la construcción (2,96%) también mostraron caídas menores, aunque siguen reflejando una tendencia negativa en las ventas.
Uno de los datos más llamativos es que, a pesar de la caída general en las ventas, el 59% de las transacciones en septiembre se realizaron con tarjeta de crédito. Esto indica que, aunque la demanda ha disminuido, los consumidores siguen dependiendo de medios de pago a crédito para mantener su nivel de compras, un indicio de que la capacidad de pago al contado se ha reducido notablemente.
Este fenómeno es reflejo de una tendencia que se ha venido consolidando en los últimos meses, donde los consumidores optan cada vez más por financiar sus compras en cuotas, ante la pérdida de poder adquisitivo.
A pesar del difícil contexto, el relevamiento del CECIS también indagó sobre las expectativas de los comerciantes para los próximos meses. El 63,14% de los encuestados expresó que espera un repunte en las ventas en comparación con el año pasado. Esta expectativa positiva podría estar impulsada por la temporada alta de fin de año, que tradicionalmente genera un aumento en el consumo.
En cuanto a las perspectivas sobre la cantidad de empleados, un 77,31% de los comerciantes espera mantener la cantidad de trabajadores, mientras que un 13,11% cree que podría haber una disminución. Solo el 9,58% estima que podría aumentar la plantilla. Esto sugiere que, aunque el panorama es difícil, la mayoría de los comerciantes se mantendrán cautos en cuanto a la contratación de personal, esperando una mejoría antes de tomar decisiones en este sentido.
El comercio electrónico también se ha consolidado como una alternativa importante para las pymes de Río Cuarto. Según los datos relevados, un 67,45% de los encuestados ya cuenta con algún tipo de venta digital, lo que les representa, en promedio, un 31,02% de sus ventas totales. Esta tendencia refuerza la importancia de la digitalización en un contexto donde las ventas presenciales siguen cayendo, pero las tiendas virtuales logran mantener una porción significativa del negocio.
A pesar de la disminución intermensual del 1,03% en septiembre con respecto a agosto, el avance del e-commerce se presenta como una de las pocas áreas donde se puede ver una luz de esperanza en términos de crecimiento. El desafío para muchos comercios locales será adaptarse a esta nueva modalidad de consumo, que sigue ganando terreno a nivel global.
La realidad económica de Río Cuarto en septiembre de 2024 se caracteriza por una caída generalizada de las ventas minoristas, afectando a casi todos los sectores. Si bien algunos rubros se ven más perjudicados que otros, la expectativa de recuperación en los próximos meses da cierto alivio a los comerciantes. La transición hacia la digitalización, con una creciente importancia del comercio electrónico, podría ser clave para sostener y recuperar el nivel de ventas en un futuro próximo.
Sin embargo, aún queda por ver si estas expectativas se concretan, ya que el contexto inflacionario y las condiciones macroeconómicas seguirán influyendo en el comportamiento de los consumidores. Las pymes de Río Cuarto, como muchas otras en el país, se encuentran en una encrucijada, donde la cautela y la adaptación serán fundamentales para atravesar este periodo de incertidumbre económica.