Las ventas minoristas de las pymes argentinas registraron una caída del 21,9% en junio comparado con el mismo mes del año anterior, acumulando un descenso del 17,2% en el primer semestre de este año. Aunque en comparación con mayo hubo un leve incremento del 1,2%, el panorama sigue siendo preocupante para los comerciantes.
Según el informe de la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME), la estabilidad en los precios no ha sido suficiente para revertir la tendencia a la baja en las ventas. "Si bien los comercios están más aliviados por la mayor estabilidad en las listas que reciben, la dinámica de las ventas que no despuntan preocupa. No hubo ningún rubro que haya escapado a la tendencia general", destaca el informe.
El análisis de CAME revela que las mayores retracciones se dieron en Perfumerías, con una caída del 42%, y en Farmacias, donde las ventas bajaron un 32,8%. Este retroceso se atribuye, en parte, a los cuatro días de feriado en junio, que incluyeron la conmemoración del fallecimiento de Martín Miguel de Güemes y el Día de la Bandera.
El Índice de Ventas Minoristas Pymes, basado en un relevamiento mensual entre 1.276 comercios del país, también refleja que el Día del Padre tuvo un impacto positivo en ciertos productos, aunque el efecto fue limitado a los días previos a la celebración. “La gente buscó comprar en cuotas, con mucha demanda del programa Cuota Simple”, señala el informe.
En el rubro de Alimentos y Bebidas, los comercios reportaron una caída del 26,6% en el consumo. Este descenso se debe a que muchos consumidores optaron por los mercados mayoristas en busca de precios más bajos. La tendencia a comprar en grandes cantidades para ahorrar ha afectado significativamente a los pequeños comerciantes.
La encuesta de CAME resalta que los principales problemas para las pymes son la falta de ventas (57,6%) y los altos costos de producción y logística (23,4%). A pesar de que los comerciantes valoran la estabilidad de los precios, muestran preocupación por los altos montos que deben pagar por el consumo de energía, especialmente en un contexto de baja demanda.
Para hacer frente a esta situación, el 35% de los comercios ha optado por reducir gastos operativos, mientras que el 26,5% ha diversificado su oferta de productos en un intento por suplir la falta de ventas. Estas medidas reflejan el esfuerzo constante de las pymes por adaptarse y sobrevivir en un entorno económico adverso.
Aunque el panorama actual es desalentador, los comerciantes mantienen la esperanza de que la situación mejore en los próximos meses. La estabilidad en las listas de precios y la posibilidad de ofrecer financiamiento a través de programas como Cuota Simple son factores que pueden ayudar a reactivar las ventas. Sin embargo, es fundamental que se implementen políticas de apoyo específicas para el sector de las pymes, que sigue siendo un pilar clave de la economía argentina.